¿Has sentido alguna vez la necesidad de ayudar a alguien?
¿Has experimentado la satisfacción de saber que, con un simple gesto has hecho feliz a otra persona?
Esa experiencia de sentir que el corazón de repente se te ha hecho más grande y no te cabe en el pecho. Eso es FELICIDAD.
Todos llevamos una vida muy ajetreada, trabajo, casa, niños…Muchos quebraderos de cabeza como, llegar a fin de mes, la enfermedad de un familiar…Estamos deseando tener unas horas o días libres para parar y poder “descansar”. A veces no encontramos tiempo para los amigos o la familia. Pero, ¿De verdad es así?
En Fundación Adelias, contamos con un voluntariado cuyas motivaciones son:
- Altruismo: los voluntarios pretenden el beneficio de otros sin recibir ninguna gratificación económica por ello.
- Solidaridad: se trabaja no sólo para otros sino con otros, sintiendo sus problemas como propios, igual que las acciones para solucionarlos.
- Calidad de vida: ayudar a otros hace sentirse bien a los voluntarios. Siempre después de realizar la primera acción social se suele repetir ya que los resultados intrínsecos obtenidos motivan bastante.
- Devolución de favores recibidos: personas que se beneficiaron del trabajo voluntario de otras devuelven lo recibido a la sociedad.
- Aumentar las relaciones sociales: A través del voluntariado se suele conocer a mucha gente. Además de conocer otras culturas y costumbres ya que las personas a las que ayudamos son de Marruecos.
Todo esto por unas horas de tu vida, dedicadas a hacer compañía a nuestros pequeños enfermos, que vienen con sus madres a un país que no es el suyo, con una enfermedad grave que no saben qué es lo que va a pasar, con un idioma que no entienden y lo tienen que afrontar solos. Una compañía que convierten a nuestros voluntarios en la familia que no tienen. Y de repente, te das cuenta de la importancia de un apretón de manos, un abrazo en el que le transmites a la mamá que no está sola, una sonrisa en la que haces que por unos instantes se olviden para qué están aquí.
Merece la pena regalar unos instantes de tu vida a otras personas, ¿no crees?